Muchísimas veces he escuchado de mis tutores de prácticas lo típico de:
''Oye, no estés con los pacientes más de 20 minutos.''
Por una parte, los entiendo: Cuando yo me vaya y ellos se queden solos, los pacientes pedirán el mismo tratamiento (en cuanto a duración) que tenían antes. Y los fisioterapeutas no pueden ofrecerle eso porque tienen unos 20 al día (aproximadamente).
Por otra parte, no me cabe en la cabeza ver a una persona en 20 minutos. ¿Qué se hace en 20 minutos con un hombro o una rodilla dolorosos? ¿Movilizarlo? Llamadme lento, pero no, no puedo.
Y la verdad es que no siempre pensé así del todo, para que engañarnos. Al principio del todo, a darle caña a las movilizaciones y fortalecimiento si acaso veía al paciente medio bien.
¡Y no! Si sois de segundo y empezáis el año que viene, no cometáis el error que yo cometí. Hay que ofrecer siempre un tratamiento completo. ¿Y qué puede ser un tratamiento completo para un alumno de tercero en las prácticas del hospital? Pues bien... Como decía Jack el Destripador, vayamos por partes:
1.-El tiempo:
Llamadme inútil, tortuga, coñazo... pero yo, hoy día, no estoy menos de una hora con cada paciente. Entre una hora y una hora y 15 minutos, siempre. Llevar a cabo un tratamiento completo con todas sus fases implica invertir más de 20 minutos, que es lo ''legalmente estipulado''.
2.- Las movilizaciones:
2.1- Mueve con los contactos que te sean más cómodos, tanto a ti como al paciente. Pero hay una cosa super superimportante: No te quedes en la zona de comfort. Por poner un ejemplo: si el paciente tiene una prótesis de rodilla y su flexión es de 65º, no llegues a 65º. Intenta forzarlo un poco. A mucha gente le da miedo llegar más allá del límite y se quedan ahí. Y así, normal que el paciente no avance.
2.2- Que el paciente se relaje. No nos vale de nada movilizar con un paciente tenso como la cuerda de un arco. Tienes que conseguir que se relaje. Si es duro como una piedra, se lo tendrás que recordar tras cada movilización forzada que apliques, pero no dejes que se quede ''duro''.
2.3- No solo se trata de movilizar un hombro y punto. Hay que rearmonizar. ¿Y qué podemos hacer para ello? Tener en cuenta cada elemento de la articulación y ponerlo en su sitio con tus mejores herramientas: las manos.
3.- La fuerza:
Quizá es un punto que podría incluirse dentro de las movilizaciones (activa resistida), pero bueno, mucha gente lo obvia y no lo incluye, así que daré una pincelada. Es importantísimo que nuestro paciente vaya ganando fuerza, ya que la movilidad no lo es todo. Hay diferentes formas de ganar fuerza, y no solo la movilización activa contra resistencia a lo largo del ROM (Range of Movement) es la opción más aconsejable. No podemos olvidarnos de técnicas tan útiles como Kabat o las Isometrías (isometrías a lo largo de toda la amplitud articular y cambiando el sentido de las fuerzas para trabajar en todas las direcciones, sobre todo en articulaciones de amplia movilidad, como puede ser un hombro).
4.-La Propiocepción:
Nuestro paciente no sabe ni dónde tiene el brazo o el pie. Hay que trabajar esto. Hay muchísimas fases dentro del entrenamiento propioceptivo, empezando desde algunos ejercicios sin carga y de reeducación de sensaciones (Método Perfetti), y llegando hasta planos inestables y sucesos imprevistos durante el ejercicio (Ej: Freeman + pases de pelotas de tenis). Elementos tan simples como una pelota o una colchoneta serán suficientes para trabajar la propiocepción de manera aceptable.
5.-El dolor y la inflamación:
La Chari de Coria del Río (no es que sea un paciente real, es uno bastante típico) tiene la rodilla de la prótesis como un jamón recién cocido: roja y calentita. ¿Qué hacemos con esto? Lo típico sería meterle el coldpack al final de la sesión, amarrárselo con la sábana de turno para que lo note más y a los 10 minutos a huir.
No. Aunque el tratamiento recién descrito sea de utilidad en momentos de saturación, no podemos caer en esto cuando tengamos tiempo de tratar a un paciente.
Hay que integrar el control del dolor y la inflamación dentro del entrenamiento propioceptivo. A pesar de que existen excepciones, a la mayoría de la gente le va bastante bien el frío para relajarse y bajar un poco la inflamación, además de calmar el dolor (además de un buen ''masajito'', cosa que pide más de un paciente con demasiada asiduidad). Nah! No caigáis en eso. Personalmente, a lo que recurro yo es a criomasoterapia. Por cierto, con respecto al tema del frío: hay muchísimos pacientes con alteraciones de la sensibilidad (entre ellas, la térmica). Tenemos que estar atentos a cualquier cambio de coloración de la piel durante la aplicación de nuestro tratamiento. Es otra de las razones por las que no me gusta cubrir la zona afecta con un coldpack con sábanas. No vemos qué pasa abajo. El paciente puede sentir fresquito, pero quizá se esté quemando. Importante vigilar eso. Lo mejor para mí siempre será el masaje con cubitos de hielo y jabón (para que lubrique al derretirse el hielo y deslice bien por la piel).
En definitiva, algunas cosillas que se aprenden tras haber acabado el año de prácticas en el hospital. No es mucho pero creo que es una buena base para un trabajo básico, a pesar de haberme dejado atrás muchos aspectos importantes que seguro que estaría bien comentar (entre ellas la Fiestoterapia tan famosa).
Espero que os haya sido útil. ¡Saludos! :D
PD: os dejo una foto de un servidor, un viernes a las 8 de la mañana, sin muchas ganas de trabajar:
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