miércoles, 13 de mayo de 2015

David Cameron (de la Isla) y sus recortes

Buenas tardes a todos! Hoy os vengo a hablar de un tema más que polémico para mi gusto. Se trata de David Cameron, primer ministro de Reino Unido (por eso lo de Cameron de la Isla, muy malo, lo sé).

En la práctica de Gestión se nos planteó un artículo acerca de una proposición de recortes, los cuales consistían en retirar las ayudas a las personas con problemas como obesidad, alcoholismo y/o drogadicción, que no quisieran aprovecharlas para darse un tratamiento y poner solución a su problema. Para justificarse, el presidente alegó que estas personas se están aprovechando del trabajo y contribución del resto del país para ''vivir del cuento'', mientras se gastan el dinero de las ayudas en cosas diferentes a su tratamiento. Si queréis echarle un vistazo al artículo, lo he encontrado en ABC, un periódico bastante arbitrario y neutral que os puede aclarar algo más sobre el tema del que estamos hablando, antes de pasar a lo que hemos hecho durante el grueso de la práctica. Os lo dejo, haced click aquí.

¿Ya lo habéis leído? ¿Estáis de acuerdo con lo que Cameron piensa o pensáis que esas ayudas no deben desaparecer? Pues bien, estas son las preguntas que nos formularon a los alumnos durante la práctica. En función de nuestra opinión, nos dividimos en dos grupos: los que estaban a favor de la medida del primer ministro británico, y los que por el contrario, éramos opuestos a ella. A partir de ahí se estableció el debate.

El debate presentaba ciertas reglas: se hacen intervenciones de cada equipo de 1' 30'', con posibilidad de dos derechos a réplica por intervención, que tendrían una duración máxima de 30'', para hacer preguntas o comentarios respecto a lo que se está comentando por parte del equipo rival. Sin más, empezaron exponiendo los compañeros que se situaban en una posición favorable a Cameron:

Nuestros oponentes, los pro-recortes, alegaron que estas personas sufren de problemas mentales (de lo que discrepo) y que esta ayuda es destinada a otros fines por parte de los ''enfermos''. Se mantuvieron en la misma tónica en cuanto a que las personas afectadas eran irresponsables por su adicción y que nunca saldrían de su problema administrándose ellos mismos el dinero, por lo que era mejor retirárselo, puesto que caía en un pozo sin fondo.

Ahora voy con nuestra parte y opinión. Permitidme que me extienda mucho más que con la del equipo contrario, aunque dé pinceladas sobre su opinión en alguna ocasión.

-A las personas que reciben estas ayudas sociales (obesos, alcohólicos y drogadictos), se las debería controlar en cuanto al gasto del dinero aportado, pero nunca retirándole el 100% de la cuantía, ya que es su único sostén económico en muchos casos y podría redundar en una disminución acentuada de su calidad de vida. Quitarla es, por ello, un error que no hemos de cometer. Lo adecuado sería reconducirla y reestructurarla. Luego insistiremos más sobre ello.

-Obviamente, no compartimos en absoluto la opinión de que estas personas eran enfermos mentales, ya que la inmensa mayoría está en condiciones mentales completamente normales, con la simple limitación de sufrir una adicción difícilmente controlable, como le pasa a los fumadores, por ejemplo. No se puede meter a todas las personas en el mismo saco, calificándolos de aprovechados (en cuanto al uso del dinero que se les aporta). Hemos de comprender que cada caso es un mundo y su situación personal, laboral y familiar varía sobremanera.

-Por otro lado, hemos de entender que estas personas están en riesgo de exclusión social, por lo que tienen bastantes problemas a la hora de adquirir un empleo estable, ya que el contratante no se suele sentir seguro de ellos. De aquí surge la importancia real de las ayudas económicas. No tienen otro apoyo económico que no sea el que les aporta el Estado por su condición, independientemente de que se acomoden en esa situación o no. Eso ya depende de la conciencia de cada uno. Siempre tendremos que admitir que hay gente que no va a hacer nada por curar su problema, pero también hemos de pensar en los que luchan día a día por sacar adelante su problema y además su familia.

Ya, a modo de reflexión final. incluyo dos de las que me parecieron más interesantes (una es mía, creo que es un buen ejemplo, no es por fardar :D):

-Esta primera reflexión consiste en un ejemplo para ilustrar a mis compañeros instalados en el ''NO'' a las ayudas sociales. Probablemente, muchos de los que piensan que hay que retirar las ayudas, lo hacen porque no tienen ninguno de los tres problemas de los que hablamos (alcoholismo, obesidad o adicción a las drogas). Sin embargo, si nos vamos a un ejemplo de nuestra vida real, la cosa cambia:

Os pongo en situación: la ley de Wert, ministro de educación (permitidme que salga del mundo de la salud). Aprueba una ley referente a las becas generales para estudiar, en la cual se sostiene que todo aquel estudiante que no supere el 6,5/10 de media en sus estudios universitarios, no podrá optar a ser candidato para recibir la beca general de educación. Muchas personas que sacan malas notas normalmente (por un motivo o por otro), intentarán ''ponerse las pilas'' y trabajar duro para superar esa media y recibir la cuantía. Sin embargo, llega junio y se quedan en un 5 de media. Estas personas no podrán obtener la beca a pesar de haberse esforzado como nunca para conseguir su objetivo.

¿Y con esto a qué me quiero referir? Hay muchísimas personas en el Reino Unido que se esfuerzan cada día por superar sus problemas de salud, especialmente de los que estamos hablando en esta entrada. A pesar de poner todos sus esfuerzos en ello, algunas veces se hace imposible superarlos, por circunstancias de la vida. ¿De verdad vamos a ser tan injustos como para quitarle el único medio que tienen para sobrevivir e intentar superar su problema? Dejo la pregunta en el aire.


-En cuanto a la segunda reflexión, está referida a una remodelación del planteamiento de las ayudas económicas. Si sabemos que hay casos en los cuales los sujetos se aprovechan y toman el dinero para los intereses menos adecuados, ¿no sería buena idea tener un poco más de control sobre el gasto de estas personas? ¿no podríamos reconducir el dinero a su tratamiento de forma directa? ¿no podríamos controlar mejor a qué personas merece la pena otorgarle la ayuda y a cuáles no? ¿Es mejor de verdad el hecho de retirar las ayudas completamente, independientemente de la situación de cada uno? Sin duda, creo que esta última reflexión debería tenerse muy en cuenta en la cámara británica, y que no habrían de tomar decisiones tan drásticas como dejar las ayudas o quitarlas, sino simplemente reorientar el uso del dinero que se invierte para ayudar a estas personas.

Sin más, le pongo fin a esta entrada! Aunque es un poco larga, creo que hace pensar bastante y que ayuda a darse cuenta de algunas cosas, sobre todo al que a priori esté a favor de Cameron en cuanto a los recortes. Hay cosas que no se deben tocar a la hora de recortar, y una de ellas es la Sanidad. Saludos saludillos amiguetes!



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