martes, 14 de abril de 2015

Nutrición y salud: La Coca-Cola

Aquí estamos otra vez. Ahora ya sin introducciones, pasamos a ver la tarea que me he propuesto realizar.


El otro día, comiendo con una lata de Coca-Cola junto al plato, pensaba en qué alimento podía analizar de mi dieta que fuera interesante. Y la verdad es que, por una cosa o por otra, no encontraba ninguno que fuera reconocido como ``malo´´ y que tomara asiduamente, por lo que se me ocurrió (ya veis que original), hablar de la  Coca-Cola, que aunque poco, la bebo con frecuencia. He aquí la prueba:




Una bonita lata de Coca-Cola a la hora del almuerzo en Lebrija, Sevilla.


Supongo que ya todos los que leéis esto habéis oído hablar mal de la Coca-Cola alguna vez en vuestras vidas. Sin embargo, yo os hablaré peor.

Empecemos por el principio. Una lata de Coca Cola clásica contiene 41 gramos de azúcar, según el  Harvard School of Public Health, o HSPH. Una cucharadita de esas que echamos en el café, equivale a 4,2 gramos de azúcar, según el HSPH, lo que hace un total ¿de…? Unas 10 cucharaditas de azúcar de nada cada vez que nos tomamos una latita para quitarnos la sed y el calor. Por cierto, 10 cucharadas es la cantidad diaria recomendada (seguimos para bingo).  Os propongo echarle a vuestro café sólo 8 cucharadas, sirviéndolo en una taza grande. A ver qué os parece.

Teniendo en conocimiento el dato azucarero, no dan ganas de inmiscuirse más allá y seguir investigando, ya que si esto es lo que se conoce, cualquiera sabe lo que nos meten entre pecho y espalda con la ``Fórmula Secreta´´.

No obstante, sabemos que uno de los componentes de nuestra querida fórmula no es otro que el ácido fosfórico, que es, entre otras cosas, el causante de que se reprima la acción del azúcar al ingerir la Coca-Cola, evitando así que sientas náuseas, como muy probablemente te haya pasado con las 8 cucharadas en el café.

Para más inri, a esto y más componentes de la fórmula hay que sumarle la cafeína, que te mantiene despierto y favorece además la secreción de dopamina, la cual se encarga de provocar adicción, siguiendo el mismo modus operandi de nuestra amiga la cocaína.

A todo ello le sumamos acidulantes (sí, ácida y deliciosa, pero hace que tus papilas gustativas dejen de funcionar tan bien, como pasa con las células ciliadas y el tabaco), aromatizantes y colorantes (si no se los adicionaran, la Coca-Cola sería verde).

Sospecho que no hacen falta muchos más detalles para darse cuenta de que la Coca-Cola no es una bebida precisamente buena… Aún así, la más consumida del mundo.

Este refresco sumado a mi dieta dan como resultado un volcán en erupción (y no, no es que mi dieta se base en Mentos). Soy deportista y entreno unas dos-tres horas diarias de media, sumado a un trabajo en el cual hay que estar haciendo un esfuerzo físico constante, lo que hace que mi dieta sea hipercalórica (más proteínas de la cuenta) comparada con la de la media (aunque menor que la de la mayoría de jugadores de baloncesto, seguro).

Por suerte, me cuido bien de no tomar con frecuencia esta bebida y podríamos decir que cae una a la semana siendo estrictos a la hora de contarlas. Después de leer todo lo que he leído sobre ella, he decidido no probarla más, o al menos intentarlo… (espero que la cerveza sea más sana). Además, tengo la suerte de no tener un paladar demasiado exigente, por lo que me entra lo verde, rojo y amarillo con total facilidad y en cantidades industriales.

A vosotros, compañeros, os recomiendo no tomarla, y si no podéis evitarlo, entonces tomadla lo menos posible, ya que tiene muchísimos efectos nocivos para la salud, los cuales creo que a nadie le gustaría sufrir a largo plazo. Lo único bueno de la Coca-Cola son sus anuncios.

 Sin más, os dejo una tablita que encontré en un blog y que representa bien lo que hace este refresco en nuestro organismo, incluso con más detalle del que yo os he comentado, sobre todo a nivel digestivo e intestinal. Podéis encontrar el blog del que la saqué haciendo click aquí.

Esquema facilitado por fahrenheit2012.wordpress.com

¡Espero que os haya resultado interesante! Hasta la próxima entrada. ¡Saludos!

Introducción. Nutrición y Salud.




Buenas a todos. Antes de empezar a redactar lo que va a ser mi primera entrada del blog, me gustaría resaltar que voy a ver esto así como un diario virtual o alguna cosa similar, por lo que quedáis avisados si en algún momento sueno un poco coloquial.
Esta entrada se basa en un par de seminarios acerca de nutrición que tuvimos en horario lectivo, a eso de las 8 de la mañana. Como comprenderéis, mi cerebro no retiene información en demasía a tal hora, y más llegando tarde (Dios bendiga el semáforo de la rotonda del puente del Alamillo). Aún así, conseguí enchufar el portátil (no, no tiene autonomía) y tomar nota del segundo de los seminarios, ya que en el primero pensé que mi mente lo retendría todo. A cuenta de esto último, gracias a Marina López y Noelia Cotano, que me hicieron un breve resumen del primer seminario en una de nuestras múltiples horas libres.
Yendo al grano, la tutora nos dio a elegir entre dos posibles tareas relacionadas con estos seminarios de nutrición. Os dejo ambas opciones:

A.      Estudio respecto a calidad y cantidades de los diferentes nutrientes de un alimento envasado que toméis frecuentemente. Comentario crítico.

B.      Reflexión acerca de la dieta que llevas y "compromiso" de modificación o control de algún hábito que hayas descubierto inadecuado.

Ahí pensé que podría hacer una especie de combinación de ambas opciones. Llamémosla AB, como el grupo sanguíneo. Os la propongo:

AB.  Estudio respecto a la calidad y cantidades de los nutrientes de la Coca-Cola, comentario crítico acompañado de reflexión acerca de la dieta que llevo y de si realmente merece la pena tomar este refresco.

Dado que esta entrada ha estado más dedicada a una introducción al blog que a cualquier otra cosa, le pongo punto y final aquí, y dejo para la entrada número 2 el desarrollo de mi opción AB. Saludos virtuales amiguetes.